miércoles, 13 de julio de 2011

Movilidad ciudadana frente a la inmovilidad del auto

Escrito por Héctor M. Gutierrez

Para celebrar la iniciativa de abrir este blog y seguir luchando por fomentar la movilidad urbana en Colima y agradecer la invitación a escribir, me gustaría plantear un problema fundamental al que nos estamos enfrentando, que es el cómo insertar este tema en lo que se llama la opinión pública, la que para bien o para mal puede llegar a presionar para que las cosas se hagan. Y este es un tema que preocupa, el auto le está ganando a las personas, los camellones están llenos de árboles, pero las banquetas no. ¿De quién es la ciudad?


Ante todo estamos frente un problema de cultura, lo que no va a resolverse con leyes, políticas públicas ni grandes obras. Bien pueden tener razón algunos funcionarios en decir que de nada serviría llenar la ciudad de ciclovías si nadie las usa. El problema es preguntarse cómo saben que nadie las usará.
Como parte de un proyecto de investigación que desarrollo, he convivido con grupos que promueven el uso de la bicicleta en las ciudades, una de las cosas que más me ha llamado la atención es encontrar el mismo comentario en mujeres, hombres, jóvenes, trabajadores, profesoras: yo no uso la bici porque no existen bicisendas y la ciudad es peligrosa, si hubiera la usaría. Es entonces cuando la firma se convierte en propuesta, en dato, en diálogo, ¿Cuántas personas habrá dispuestas a cambiar su cultura de movilidad pero no existen las condiciones para eso?

Pero me gustaría ir más allá en las preguntas: ¿Dónde estamos abriendo espacios como este blog, para generar información y dar espacio a las dudas e inquietudes?

Dicen que no se puede defender lo que no se quiere, y que no se quiere lo que no se conoce. ¿Conocemos la ciudad, nuestra biodiversidad? ¿Conocemos las ventajas y desventajas del auto la bici  o el transporte colectivo? ¿Nos hemos subido a una bicicleta en hora pico de tráfico para ver que se siente? ¿Somos consientes cuando estamos atrapados en una fila de autos y mentamos madres y nos estresamos sin sentido justificable?

Lo que me interesa decir, es que sería bueno preguntarnos y buscar otras respuestas, por ejemplo, quizá podríamos dejar de echarle toda la culpa al alcohol y el desenfreno juvenil de los accidentes que hay en la ciudad por las noches; de 2003 a 2007 se incrementaron los accidentes  de auto en un 53.4 por ciento, mismo periodo en donde aumentaron drásticamente las cifras de autos en la ciudad. ¿Extraña correlación?
En Colima tenemos un alto índice de coches por persona, más que en el D.F.,  un lugar debajo de Londres, no sé si eso pueda significar un alto nivel de vida de los ciudadanos, y no lo creo si pienso en las colonias de escasos recursos, o en los muchos jóvenes sin empleo, lo que si salta a la vista es como se está construyendo la vida en la ciudad: el calor aumenta, la obesidad se convierte en problema público, los accidentes están a la orden del día, y la violencia se expresa en bocinas y mentadas.

No es decir que el auto es malo y no lo debemos utilizar, es cómodo, pero deja de serlo cuando satura nuestras vidas. En Colima 8 de cada 10 autos circulan solo con el conductor, eso es un desperdicio enorme de energía y dinero proyectado para mover a 4 o 5 personas.

En Colima hay al menos dos grupos que se dedican a promocionar el uso de la bicicleta, con sus diferentes formas e intereses pero al final abonando a la misma causa: generar una cultura de movilidad alternativa. El problema es que no sé si con eso alcanza, nos enfrentamos a algo más grande, los gobiernos piensan en cómo otorgar créditos a los jóvenes para comprar autos, construyen vías rápidas y calles para lucir que trabajan, eso sí, cuando los puentes afectan a los empresarios, se puede abrir el debate, pero nomás los puentes, no para las vías que cuestionan los ciudadanos. El automóvil fue un símbolo de modernidad, progreso, y estatus hacia los años 40, y como siempre en México y muchos lugares de Latinoamérica, las intervenciones de los gobiernos son con mentalidades de muchos años atrás, y lamentablemente ellos deciden.

Cierto es que tampoco podemos exigir que los interesados en el tema se pongan a hacer todo, tal vez perderían fuerza, pero quizá con la que han ido agarrando el tiempo alcance para dar nuevos pasos. Colima está viviendo un momento interesante: los estudiantes protestan, los trabajadores denuncian maltrato, los vecinos se inconforman por obras, ¿Cómo podemos seguir avanzando para tocar el hombro del otro y empezar a preguntar? Cómo llegar a más ciudadanos más allá de los que van a los bicipaseos, incluso habría que preguntarnos qué opinan del tema los que van, capaz que están en otra sintonía.

Por lo pronto este espacio está abierto, hoy en día tenemos muchas armas nuevas que podemos usar para las nuevas luchas, es cuestión de comenzar a ver nuevos caminos, para caminar, pedalear, o simplemente moverse, por lo pronto el auto ya nos está deteniendo.

1 comentario:

  1. Desde mi particular punto de vista, y creo que varias personas lo compartirán el motivo porel cual no se utiliza en gran cantidad la bicicleta es por el clima que se vive en Colima. A pesar de ser una ciudad pequeña y las distancias sean cortas, con cualquier caminata que realizes o que te muevas en bici hace que sudes, y quien querrá llegar sudado a su lugar de trabajo o escuela?. Segunda, la exposición al sol para andar en bici también es un factor que puede ocasionar daños a la salud en la piel. Creo que son algunos de los aspectos por lo que las personas no usan la bici más que para los fines de semana y pasear.
    Es importante en mi opinión, ver este problema de la contaminación y la gran cantidad de autos desde un aspecto cultura pero también de política pública, que implica muchos factores hasta el subsidio a las gasonlinas, los créditos y una mala calidad en el transporte público.
    Interesante su blog.

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