Tuve una agradable sorpresa al abrir la página web del grupo o colectivo insolentes. Los invito a visitarla http://insolente.mx/about/ . No sé cómo llamarlas porque en su presentación no nos dicen el necesario “somos un grupo que…”, sino que encontré un grupo de mujeres contándome como viven y porqué son insolentes. Lo de menos es decir que andan en bicicleta.
Una actitud insolente por ser mujer, por disfrutar el derecho de elegir cómo movilizarse en la ciudad sin dejar de ser estudiante, enamorada, profesionista o viajera. Andar por la ciudad sin atraparse en carrocería asfixiante o en empujones en el metro. Amar la “ciudad caótica y ruidosa” y disfrutar “el silencio de rodar en las madrugadas”.
Antes que nos inviten a algo, primero nos recuerdan su insolencia. Incluso creo que su impacto rebasa el objetivo, en realidad están reclamando la libertad a decidir en propios términos, -puedo usar la bicicleta como mi medio de transporte sin alterar mi vida, incluso mejorándola-.
Y es que en muchas de nuestras ciudades, el automóvil sigue significando comodidad y rapidez, hasta un cierto estatus de independencia. Y no sé si sea mucha dependencia lidiar con alarmas, gasolina, seguro, reparaciones, tráfico, etc. Incluso no sé qué tanta comodidad y rapidez haya en el auto realmente.
En fin, no voy a correr a montarme a la bicicleta a partir de mañana aunque a veces la uso, pero ya no tengo auto. Quizás me imaginé manejando un automóvil sin tráfico y despacio viendo pasar las hermosas chicas en bicicleta sin casco, ni rodilleras. Eso ya sería una ventaja. Por lo pronto celebro su insolencia y su mejoramiento de la imagen urbana a través de ser ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario